S
sábana.
Este
es el nombre con que aparece en los inventarios del siglo XVII lo que
en épocas anteriores (siglos XIV-XVI) se menciona como «llangol», que si
bien pudo designar el cuerpo de cama, hacía referencia también a un
tipo de manto, generalmente de tejidos ligeros, que llevaban hombres y
mujeres. Otras veces se cita esta misma prenda bajo la palabra «liengo»:
1351 «dos parells de llancols» (AMV, Lletres del Rei, g3-2); 1446 «dos
lancols, hú de cap per a mora e altre ab dos listes vermella e negra»,
«un parell de langols de dos teles» (Barceló, 1980, 60); 1585 «un
llengol nou de Hi, gran» (Barceló, 1984, 107); 1602 «un pedago de liengo
delgado que será dos varas» (AHN, Inq., leg., 554/1 8). También se
ofrecían como presente a los alfaquíes moriscos «gallinas y liengos»
(1605. AHN, Inq., leg. 551 /43) sin quesea posible averiguar si se
trataba de pedazos de tejido, como «un liengo para hazer colchones
moriscos de colores» (1602. AHN, inq., leg. 554/18) o se trataba de
prendas de vestir.
saboyana.
Se trata de unas faldas
que como prenda exterior tenían una forma parecida a las basquinas y
estaban abiertas por delante. Sólo se mencionan entre las ropas de dos
ricas moriscas: la hija de V. Baya, de Benifairó de Valldigna y V.
Filomena, de Benissanó. La de la niña era «una saboyana de vayeta» (ARV,
Clero, leg. 749/1949 - 50. 1591); la de la mujer, «una saboyana de paño
verde guarnegida de tergiopelo, a la cristiana» (Cf. Apéndice)
saquillo.
Otro
complemento que, como la bolsa, se llevaba atado al cuerpo. No se ha
podido averiguar si era utilizado indistintamente por hombres y mujeres.
Se cita, en relación con un morisco, «un saquillo de cuero de aluda» (
1603. AHN, Inq., leg. 554/7).
saquo.
Sólo aparece en
el inventario de un artesano mudejar de la morería de Valencia de 1446
la mención a «un saquo vaquero» (Barceló, 1980, 60). Sobre sus formas y
otros detalles cf, Alcover.
saraüell, zaragüelles.
Se
trata de una prenda interior, tanto de hombre como de mujer, bien
conocida. En los documentos consultados se mencionan unos «garaguelles»
que llevaba una morisca (AHN, Inq., leg. 548/3). Se colocaban
directamente sobre la carne y cubrían desde la cintura a los pies. A
veces se da el nombre de esta prenda a un vestido de fuera masculino
como el calzón de negrilla, que en las huertas del Levante se sigue
utilizando para cubrir los zaragüelles. Se citan en 1585 «uns sarahuells
negres de drap, forráis de tela» (Barceló, 1984, 107) que debían usarse
en días de fiesta o solemnidades. Véase también infra 2.b, s. v.
«sarawil».
Aparece en una ocasión vocalizada en su forma plural que, a
tenor del testimonio de Ale. («bragas = caráguil caraguilít») podría ser
la usual, por el singular, como ocurre con el castellano «zaragüelles» o
«pantalones». En 1587 se citan unos «pardillos sin trinxa» o pretina
(Labarta, 1982, 155).
sarga.
Tal vez ,se refiera a la sarja o sarga, tela de seda
igual por las dos caras y sin dibujo. Se empleó en dos waqáyas con las
puntas doradas (AMCoc, Pergamino s. XVI).
satén, setí.
Según unas ordenanzas del gremio de
zapateros de Valencia se utilizaba el setí para recubrir cierto tipo de
zapatos. Aún hoy se emplea en el calzado de las mujeres que visten la
indumentaria fallera.
saya.
Este era el traje que
usaba la mayoría de mujeres de cualquier condición. Las sayas se
ajustaban sobre la camisa y solían estar forradas (Bernis, 1979,11, 1
20). Las había de camelote o de paño; entre las primeras se citan: «unes
sayes de chamellot usades de carmesí ab barret de bellut» ( 1513. ARV,
Bailia 329, f. 631), «una saya de chamelote carmessí guarnecido con
terciopelo negro» y otra «saya de chamelote amarillo, guarnecido con
terciopelo carmessí o de grana», ambas de V. Filomena (1563. Apéndice,
C). A esta misma morisca pertenecía una «saya de paño verde guarnecida
con vellut verde». La saya también se recogía enfaldada y en sus
pliegues se ocultaban objetos: una morisca escondía algo en la
«enfaldadura de una saya que tenía enfaldada» (AHN. Inq., leg. 550 /
11). Esta prenda no debía llevarse muy ceñida, según revela el siguiente
testimonio de un registro efectuado por un guardia a una morisca, pues
«éste handándola tentando la halló junto a las carnes debaxo del sobaco
tenía un bulto y éste metió la mano y la dicha mujer afloxó y se lo dexó
caer el dicho bulto entre las piernas y baxándole éste la saya se cayó
con la mesma saya en el suelo y ella se puso de pies sobre ello y
mirando éste, la dicha muger se halcó la camisa diciendo: "mira como no
tengo nada" y éste aleó la saya del suelo y halló debaxo el libro.,.»
(1585? AHN, Inq., leg. 553/13). Véase infra i 2.b, s. v. «Saya».
Se documenta en 1591 una de color morado, de paño,
y otra amarilla de estameña (Labarta, 1983, 82). Aparece además en
el documento A del Apéndice (1.5). Véase supra 1, s. v. «saya».
sayo.
Es
el traje masculino más común, que se vestía sobre el jubón. Aparece
citado en 1446 «un sayo blau» (Barceló, 1980, 60). Como se indicó en el
artículo dedicado al gipó o jubón, en ocasiones hacía las veces de éste;
así un morisco escondía algo «entre la camisa y el sayo» (1602. AHN,
Inq., leg. 555 / 21). El forro de algunas de estas prendas servía
también de escondrijo: «en elaforro del sayo» (1581 . AHN, Inq,, leg.
550 / 25; 1608.AHN, Inq., libro 918, f. 442) . Quizá por estar alguno
forrado era preciso «espulgarle» (1581. AHN, Inq., leg. 550/25). La baja
calidad de otro explica que pudiera romperse con un cuchillo romo (1581
, AHN, Inq., leg.554/17).
seda.
tejido milenario de origen chino, extraído de los capullos de los
gusanos de seda. Existen muchas variaciones: seda artificial, natural,
salvaje rústica. En la seda salvaje, el hilado es imperfecto y por ello
queda con la trama irregular. Tiene gran cuerpo.
Además de un componente del ajuar morisco que
aparece a menudo en las cartas dótales, se cita como tejido de varias
piezas de vestir, como almexías, tocas, cintas, alhamías y sayas.
También en los accesorios de una casa («cortinas») y de manera general
(«telas»). Véase Vila, 1933; Barceló, 1984, n.° 151/7 (1514); Labarta,
1983 (1570 - 80, 1580 - 90, 15,91); Labarta, 1982 (1587); Labarta (en
prensa) (1581 - 83) . ARV, Clero, leg. 732 / 1905 (1558); Ale. s. v.o
VL..Ss.
shantung.
imita a la seda salvaje en los nudos de la trama. Se puede
conseguir en diferentes hilados y calidades tanto lisas como tornasoles.
Su parecido con la seda salvaje lo hace único, pero es más económico.
El revés de esta tela es brillante.
sombrero.
Las descripciones de los inventarios no especifican si
se trata de sombreros femeninos o masculinos. Es posible que el
descrito como «un sombrero de vellut ab una randa de or y cordollares de
or» (1585. Barceló, 1984, 107) tuviera ruedo, pero no es fácil
determinar si bajo el sombrero se cubrían los cabellos con alguna toca.
Los que se mencionan en procesos inquisitoriales no ofrecen ninguna
particularidad y eran de hombre (1583. AHN, Inq., libro 936, f. 346;
1609. AHN, Inq., libro 939, f.12). Véase infra 2 .b, s. v. «qünzaVtoca /
toquilla. Esta prenda,.que se usó a modo de sombrero o turbante
(cf.Bernis, 1979, II, 27-28), se menciona en 1446 entre los bienes de un
hombre: «una toqua, los caps blaus», cuyas puntas serían las que
quedaban colgando una vez formado el turbante (Barceló, 1980, 60). Véase
además s. v. «tovalla» e infra 2,b, s. v. «farja». Respecto a la
toquilla, no ha sido posible acertar a qué prenda se refiere. Se dice en
el proceso contra un morisco de Yátova que éste había alabado en
público que un alfaquí «le havía dado una toquilla» (1608. AHN, Inq.,
leg. 551 / 37; 1609, AHN, Inq,, libro 939 / 60).
En el texto que aparece (de 1581-83) no se
dan más detalles sobre el material de que estaba hecho ni sobre su forma
(Labarta, en prensa).
sortija.
El único testimonio es el de Juan Borbay, de la
Vall de Seta, que en 1616 declara ante la Inquisición que «su madre, al
tiempo de la expulsión general, ... le dio a éste por despedida, en una
bolsa de raso colorada, tres sortijas y un poco de almiscle...» (AHN,
Inq., leg. 549/13).
soutache.
es un cordón plano con el que se hacen distintos tipos de manualidades, bordados y en algunos casos hasta tejidos.
T
tafetá.
tela fina ligeramente armada.
Se trata del tejido liso, con urdimbre y trama
del mismo grosor, y que, como se sabe, es la forma más sencilla de
tejer. Se podía usar solo o en combinación con terciopelos y telas
labradas (1581 - 83. Labarta).
tafetán.
del persa “tâftah”
(hilar), “täfteh” (brillante). Es una tela de seda lisa, delgada, muy
tupida y ligeramente tiesa, que tiene un tacto crujiente como la seda.
Excelente para vestidos de noche y faldas en línea “A”.
taleguilla, talequet.
Forma diminutiva de la
conocida voz talega, para referirse a un saquito o bolsita en la que
llevar dinero o cosas menudas. En el documento de 1587 donde aparece,
se indica que es «celeste» (Labarta, 1982, 155).
toca.
Atuendo femenino para la cabeza. Según Ale. «farka
= toca sagrada de monja», sin que se pueda averiguar por el momento en
qué se distinguía de las usadas por las mujeres laicas. Se menciona una
en 1591 (Labarta, 1983, 82).
Ampliamente documentada; se trata, en la mayor parte de los ejemplos
recogidos, de una prenda de lujo, confeccionada en seda de color y
adornada en sus extremos con bordados de oro (Labarta, 1983, 64, 69, 70, 81 ; AMC o c; Apéndice, A, línea 20).
torcamá(ns).
Sólo aparece en el documento A del Apéndice
(1.14). No se ha podido esclarecer satisfactoriamente qué cosa sea
"risá"; cf. supra 2.a.
tovalla.
Era una especie de
turbante que llevaban los hombres. Durante la época mudejar, los
musulmanes estaban obligados a llevar una «tovallola blava» como signo
distintivo (Barceló, 1984, 85). En un inventario de 1446 se mencionan
«unes tovalles chiques, de dos alnes pasades» (Barceló, 1980, 60). En
otros textos se hace referencia a «tovalletes», «una tovallola» y «una
tovaja de red» ( 1585. Barceló, 1984, 107; 1602 ? AHN, Inq., leg., 554 /
18).
tripa, tripe.
Tejido hecho a base de lana o esparto,
parecido al terciopelo, que actualmente se usa, en especial, para
fabricar alfombras.
tul.
tejido fino y etéreo hecho de seda, de algodón o de fibra
artificial. Es el tejido de los velos de la novia y las faldas vaporosas
por excelencias.
tweed.
recibió su nombre de un río escocés. Este tejido de lana es de
apariencia voluminosa y fuerte, que originalmente se elaboraba a mano en
los hogares escoceses. Se emplea para prendas de señora y caballero,
chaquetas, faldas, etc.
V
vel.
Prenda
de vestir o complemento de la indumentaria femenina. Sólo se cita en el
inventario de los bienes de la casa de un rico mercader de la Valldigna
(1585) «un vel vermell, ab caps de or» y «tres veis, lo hu de tela de
or; lo altre de seda naranjada y lo altre de seda blanca» (Barceló,
1984,107).
vellut.
terciopelo.
velluter.
terciopelero.
En Valencia, artesano del tapizado de muebles, paredes, cortinas, etc. Por extensión, profesional de la industria textil.
vestidura, vestido.
Esta voz genérica se
utiliza en los textos más antiguos para
referirse a tela, paño o lienzo (Barceló, 1984 , n.° 28 / 2 .1368).
En documentación morisca parece usarse con el valor de «vestidos» (1580 -
90. Labarta, 1983, 86). En una ocasión se especifica que se
trata de una toca (Barceló, 1984, 204: 3). Ale. recoge esta palabra bajo
«mongil vestidura de morige»,
«vestidura del cuerpo solo», «veste lo mismo es que vestidura», «abito»,
«abito vestido», «vestidura generalmente»,
«vestidura engorrada», «vestidura real»,
«vestido qualquiera», «trage de vestido». En un documento de 1558 se
menciona el paño para su confección (ARV, Clero, leg. 732 / 1905 ; Vila,
1933).
Z
zapato, sabata.
Se trata de ia denominación del calzado,
como lo atestigua Ale. «calgado común = capát gapápit». (Además de los
ejempjos del documento B del Apéndice, cf. Barceló, 1984, núms. 205 y
206 / 14 del año 1594). Según el testimonio que aquí se publica, el
zapato se confeccionaba con suela (satha, en Ale. bajo «suelo como
quiera») fina. Por unas ordenanzas del gremio de zapateros de Valencia
de 1513 (Piles, 1959,151) quedaba prohibido obrar «cabates de dos soles
que aquelles tal cabates no sien cosides menys de dos costures, co és,
la una en la jus sola e l'altra en la sobre sola, e que la jus sola sia
de cuyro de bou e la sobre sola, millorant aquelles dites cabates de dos
soles e la girada, sia de cordová». A este tipo de calzado parece que
se refiere el texto del Apéndice mediante la voz catalana yuyulat, esto
es «jus-solat» o con suela interior. A tenor de las diferentes piezas
de que se componía el calzado, que recoge una tabla de 1612 custodiada
en el Archivo Municipal de Valencia (Piles, 1959, lámina) se advierte
que las suelas se cortaban en una pieza y la «girada» era otro pedazo de
cuero que se cosía a la suela dando la vuelta a ésta . La medida de la
suela se contaba y cuenta mediante un cartabón dividido en «puntos». En
el texto B del apéndice se señala esta medida con la voz puní,
atestiguada ya en Ale. como «punto que cierra la sentencia» (Corriente,
1981, 15). De los diez calzados que se mencionan en el texto, seis son
de 5, uno de 6 y dos de 7 puntos; no se indica la medida del zapato de
«la pequeña». Como referencia, se pueden aducir unas ordenanzas de la
ciudad de Logroño de 1607, donde se advierte que los zapatos de niño no
llegaban más allá de los cuatro puntos, mientras que los de adulto
(hombres y mujeres) sobrepasaban los cinco (Ramírez, 1981, 39). Por lo
que se refiere al material, todos los que cita el texto B del Apéndice
son de setíras (véase supra 2.a, s. v. «setí»).
zurrón.
Estas
grandes bolsas, que eran utilizadas por los campesinos y pastores
aparecen entre los bienes de moriscos procesados por la Inquisición en
dos ocasiones. De uno de ellos se dice que estaba «atado, que era de
cuero y tenía enzima un pedaco de liengo blanco» (1584. AHN, Inq., libro
936, f. 379; 1603. AHN, Inq,, leg. 554 / 7). Entre las joyas y otros
objetos de valor se han encontrado las siguientes: albolares /
erbolaris. Pendientes en forma de arete, que sólo se citan de oro. Se
mencionan entre las alhajas de Victoria Filomena (1563. Apéndice, C)
«unas arracadas albulares a la morisca de oro»; también en el ajuar de
una morisca de la Valí d'Uixó se habla de «unes albolares de or» (APN,
Prot. F.Sanchis, 1604). Probablemente la joya descrita en 1585 como «uns
erbolaris ab sis erbolaris» (Barceló, 1984, 107) haga referencia al
mismo tipo de pendientes.